Somos dos hermanas que provenimos de una familia en la que la panadería y la pastelería llevan dos siglos dándonos de comer.

Desde nuestros antepasados hasta la actualidad, entre nuestros familiares se han encontrado y se encuentran grandes profesionales de la panadería y pastelería, nunca sin olvidar el carácter tradicional y pasional, es imprescindible en este oficio.

Crecimos entre sacos de harina, jugamos al escondite en el obrador del horno familiar, el cual lleva funcionando desde el Siglo XIX, pero fue nuestro padre, Carlos, quien puso el gen de ir más allá en esto de las harinas.

Él mismo, con sus propias manos y tras mucho trabajo duro, fundó en 1993 una empresa dedicada a las materias primas de panadería y pastelería y sigue vigente a día de hoy, la cual podemos considerar también que es la madre de nuestro proyecto: Facyl.

Hace varios años, al ver la facilidad de uso de estos productos, se nos ocurrió la idea: ¿por qué no llevarlo a las casas de las personas? Además, particularmente, nos encanta hacer nuestros propios dulces y panes en casa, ¿por qué no hacer que a los demás también?

Así pues, años después hemos imitado el camino de nuestro padre, heredando su pasión por este oficio, sintiendo el amor incondicional que nos permite tener la ilusión de avanzar en este camino de llevar la panadería y pastelería a vuestras casas y las ganas de hacerlo bien.